Si tuviera que describirte en una palabra, diría "Luchador". En casi veinte años me lo has demostrado.
Llegaste a mí en mi quinto cumpleaños,se dice pronto, ya tengo 24 y medio,... fuíste el regalo de mis padrinos, para mí , mi amigo. Te llamé Tania aunque eras macho, era el nombre de mi amiga de la guardería, ¡Yo que iba a saber!; pero no te lo cambiamos y Tania has sido siempre. Me acompañabas a donde fuera, lo que más recuerdo es cuando fuímos a casa de mi tío que estaba de obras, tú comiste yeso del suelo y vomitaste,uuf, qué susto!! ¿Fué asi como te volviste una supertortola?, porque también superaste el ataque de unos periquitos, que te pelaron toda la cabeza, en la cual se te quedó una cicatriz de por vida.
Tuviste mujer e hijos albinos, supongo que porque nunca fuíste tan oscurito como las tortolas normales.
Nos veías y hacías tu sonidito, con la cabeza para arriba y para abajo, salías al sol y te espatarrabas para no perder ni un rayito y después a asomarte al escaloncito a ver que andabamos haciendo. También te gustaba subirte en la escalera de aluminio, ¡Qué dificil era bajarte! pero a la hora de recogerse tú dabas tu saltito y para adentro, que toca dormir.
19 años y medio juntos(más que ningún otro)...parece mentira que ya no estés, aún no he conseguido mirar tu jaula. Sé que papá la ha limpiado y cambiado;pero no puedo,no soy capaz.
Te lo pasabas muy bien en verano en el campo; pero este te pasó factura, te tuvo que cansar volar tanto, desde que volviste te ví por primera vez mayor. Mi viejito.
Te salió chepa y las alas las llevabas colgando, te faltaba el bastón! Aún asi disfrutabas de tus paseos por la terraza.
No sé la de tiempo que llevo poniendote pan remojado, cada vez te veía peor y no quería que te faltara el agua, porque comer comías divinamente. Pero el viernes...cada dos por tres amodorrado, ví un rayito de sol y te quise sacar; pero te cansaste mucho, eso te hizo empeorar.
Día tras día más débil,te pasabas el día durmiendo, me asomaba cada cinco minutos, ¿Y mi Tania? ¿Cómo está? ¿Come? ¿Bebe? y sí que lo hacía; pero llegó el domingo y ya casi ni te movías. No me cansaba de acariciarte, ojalá pudiera hacerlo ahora! pero tú fuerte como tú solo aún no te querías ir. Fuerte es poco porque el lunes ni te podías aguantar la cabecita, te puse al sol,a ratos al sol porque estaba medio nublado, eso si ,la cabecita a la sombra; porque no podías cambiar.
No quería que te fueras, pero rezaba para que lo hicieras, para que no sufrieras más, vida mía.
Per tú no querías darte por vencido y duraste casi todo el día, hasta la tarde no decidiste irte. Sentí soledad, tristeza y a la vez alegría porque no sufrías y alegría por haberte conocido.
Sé que no estás solo, que te acompañan Nuna, Palo, Astilla, mis dos bebés, el pajarito que siempre llevaré en el alma y muchos más. ¡Llévales un besito de mi parte, pero otro muy gordo te lo guardas para tí!
Cada vez que vaya al campo te visitaré, como a los demás. No dejarás de verme.
Sólo espero que no te olvides de mí, porque yo no lo haré de tí, siempre serás mi tortola, mi amigo que posó asi de guapo conmigo el día que cumplí cinco años.
Te he querido, te quiero y te querré.